Éfeso, fue la segunda ciudad más grande del Imperio Romano con más de 250.000 habitantes en el siglo I a.C. Solo por detrás de Roma, era la segunda ciudad más grande del mundo. Éfeso también era una ciudad portuaria. Y, esta ciudad gigante fue construida solo con mármol. Casas adosadas, se encuentran en la colina, frente al Templo de Adriano. Llamadas también como “las casas de los ricos”, son importantes porque nos dan una idea de la vida familiar durante la época romana. La Basílica de San Juan, fue una basílica en Éfeso. Fue construido por Justiniano I en el siglo VI. Se encuentra sobre el supuesto lugar de enterramiento de Juan el Apóstol. Se inspiró en la ahora última Iglesia de los Santos Apóstoles en Constantinopla. La Casa de la Virgen María, es un lugar donde según la creencia de muchas personas María, la madre de Jesús, pasó los últimos años de su vida. Se suponía que llegaría a Éfeso junto con San Juan y vivió allí en los años 37-45 EC hasta su Asunción o Dormición.