Ubicación: El Cañón Gökçeler está situado aproximadamente a 20 kilómetros de Milas, en la provincia de Muğla en Turquía. Se puede acceder fácilmente al cañón desde la carretera principal que conecta Milas con Bodrum, lo que lo convierte en un destino conveniente tanto para locales como para turistas. Instalaciones: La zona del cañón está equipada con instalaciones básicas para mejorar tu visita. Estos incluyen áreas de picnic con mesas y bancos, baños y espacios de estacionamiento designados para visitantes. Además, los vendedores locales pueden ofrecer refrescos y refrigerios durante las temporadas altas. Atracciones cercanas: El Cañón Gökçeler está rodeado de varias atracciones que pueden complementar tu visita. Cerca de allí podrás explorar la antigua ciudad de Labraunda, conocida por sus ruinas históricas y sus impresionantes vistas. La pintoresca ciudad de Milas ofrece calles encantadoras, mercados locales y cocina tradicional turca. Además, las hermosas playas de Bodrum y Güllük se encuentran a poca distancia en auto, perfectas para un día de playa después de su aventura en el cañón. Accesibilidad: Se puede acceder al Cañón Gökçeler en coche y hay caminos en buen estado que conducen a la entrada del cañón. Para aquellos que dependen del transporte público, hay minibuses y taxis disponibles desde Milas para llegar al cañón. Los senderos dentro del cañón son relativamente fáciles de recorrer, lo que los hace adecuados para visitantes de todas las edades y niveles de condición física. Mejor época para visitar: La época ideal para visitar el Cañón Gökçeler es durante las temporadas de primavera (abril a junio) y otoño (septiembre a noviembre), cuando las temperaturas oscilan entre 20 °C y 30 °C. (68°F a 86°F). Durante estos meses, el clima es agradable, lo que lo hace perfecto para actividades y exploración al aire libre. El verano puede ser caluroso, con temperaturas que superan los 30 °C (86 °F), mientras que el invierno puede traer temperaturas más frías, así que planifique su visita en consecuencia para disfrutar plenamente de la belleza del cañón.







