Kastamonu Pulled Halva es un dulce turco distintivo conocido por su textura delicada y ligera y su rico sabor, que se logra a través de un proceso tradicional meticuloso de varios pasos. La producción de esta halva comienza con la preparación de miyane, que es una mezcla de azúcar que se tuesta a la perfección, asegurando una consistencia suave y uniforme. La clave de su textura única reside en la hábil técnica de estirar la mezcla, que se realiza doblando y estirando la masa de azúcar repetidamente. Esta acción crea capas finas que le dan a la halva su característica consistencia quebradiza pero que se derrite en la boca.
Una característica importante de Kastamonu Pulled Halva es su ratio miyane, que se mantiene en 66±4%. Esto asegura que la halva tenga un dulzor equilibrado, con un contenido de azúcar restringido al 34±4%, lo que proporciona un sabor más ligero en comparación con otros postres similares. Las fases de enfriamiento y reposo son cruciales, ya que permiten que la halva se reafirme preservando su delicada estructura. Después del proceso de extracción, la halva generalmente se prensa, se le da forma y se corta en cuadrados, diamantes o incluso cilindros, lo que la hace visualmente atractiva y fácil de servir.
El clima local en Kastamonu juega un papel importante en la producción de la halva, ya que el aire seco y fresco contribuye a la ligereza y textura características de la halva. La temperatura en la región suele rondar los 21 ± 3 °C con una humedad relativa del 40 ± 5 %, lo que proporciona las condiciones ideales para producir halva con un contenido de humedad del 6 ± 1,5 %. Este equilibrio preciso ayuda a mantener la consistencia quebradiza de la halva, evitando que se vuelva demasiado pegajosa o densa.
Kastamonu Pulled Halva se consume tradicionalmente en diversas formas, especialmente durante celebraciones, festivales y fiestas religiosas. La dilatada experiencia y artesanía de la ciudad, transmitida de generación en generación, le dan a esta delicia su sabor y textura inconfundibles, convirtiéndola en una parte preciada del patrimonio culinario de la región. El proceso de producción requiere altos niveles de experiencia y las características distintivas de la halva, como su textura ligera y quebradiza, la distinguen de otros dulces similares.